
No es el primero que lo dice, aunque sí es una voz sobradamente autorizada y confiable al momento de llegar al dato duro y al análisis del mismo.
Eduardo Sojo, con larga experiencia en la academia y en el servicio público, experiencia que incluye haber estado al frente de la Secretaría de Economía y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicó la semana pasada una columna que deja en evidencia la franca desaceleración de lo que desde hace mucho hemos venido llamando el Tren de la Vivienda.
Señala Sojo que en el diciembre pasado el número de viviendas reportadas al Registro Único de Vivienda (RUV) cayó 30 % respecto al mismo periodo del 2017, y que esa caída se mantuvo en el primer bimestre de este año, en que el número de viviendas reportadas pasó de 40,620 del año anterior, a 29,448, lo que supone 27.2 % de retroceso.
El tamaño de la caída no es tema menor no solo por lo que implica la vivienda como motor de la economía y como satisfactor social, sino también, y tampoco es tema menor, porque se trata de un sector productivo marcado por ciclos de largo plazo…
Digámoslo así: es fácil parar la locomotora que jala el tren de la vivienda, lo difícil es enganchar otra vez todos los vagones, recuperar pasajeros y tripulación, retomar rutas y acuerdos con los diferentes destinos, volver a encender la máquina y acercar todos los insumos necesarios para que siga prendida… Y recuperar el paso…
No es fácil, eh…
Destaca Sojo que tan importante ha sido la vivienda para la economía mexicana, que desde hace ya varios años el Inegi genera una Cuenta Satélite de Vivienda, que en su última estimación reconoce que esta industria representa 6.0 % del PIB (Producto Interno Bruto) nacional.
Y ojo, porque del PIB del sector, 55.1 % es generado por la producción de bienes y servicios, esto es, tiene que ver con más de 30 ramas de la economía.
Por supuesto, los datos del Inegi se refieren a viviendas de todos los segmentos, no solo a las que se registran en el RUV, pero este segmento no deja de tener un peso específico muy importante tanto en los números totales, como en el impacto en regiones muy específicas del país.
Y bueno, no se puede dejar de mencionar lo que la vivienda representa en materia de empleos generados, ya que datos del mismo Inegi destacan que las diferentes actividades relacionadas con el sector se traducen en cerca de 2.5 millones de empleos, 35.5 % de los cuales corresponden a segmentos de vivienda que sí aparecen en el RUV.
La desaceleración del sector es evidente…. Toca al gobierno generar certezas y condiciones que permitan ajustar pronósticos y planes de negocio, a fin de que ello ponga las bases que permitan pensar en una reactivación del sector… Una reactivación alimentada con las fortalezas de tener claros los nuevos objetivos y formas de trabajar.