Equipo de la ONU recordó que las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluso en el contexto de instituciones débiles.

Un equipo de expertos de la ONU en derechos humanos, después de una visita de diez días a Honduras, destacó que el Gobierno de ese país debe abordar las causas de fondo de los conflictos sociales y la desconfianza de la ciudadanía en la capacidad de las instituciones, para promover una economía justa e inclusiva.
Anita Ramasastry, miembro del Grupo de Trabajo, señaló al presentar un informe sobre la visita, que “el derecho de las personas y comunidades afectadas a participar en la toma de decisiones desde una etapa temprana es un requisito básico para crear un entorno propicio para una conducta empresarial responsable. El Estado y las empresas deben darse cuenta de que escuchar todas las voces ayuda a identificar, mitigar y abordar las quejas antes de que se conviertan en conflictos”.
“Es urgente que el Congreso hondureño elabore una ley sobre el consentimiento libre, previo e informado y la consulta de los pueblos indígenas y otras comunidades. La práctica de la socialización de los proyectos no equivale a una consulta significativa”, señaló Ramasastry.
El Grupo de Trabajo recordó que, con frecuencia, las empresas y los inversionistas se benefician de la corrupción y descuidan su responsabilidad de respetar los derechos humanos.