Panamá es uno de los países más vulnerables -según estudios- a los efectos del cambio climático; sus bosques, manglares, ecosistemas naturales son los mejores aliados para minimizar el impacto, pero están en peligro.

Una ciudad integrada con su naturaleza (sea desértica o tropical) es resiliente, adaptada climáticamente, maneja mejor sus recursos, brinda mayor bienestar y calidad de vida a sus habitantes.
En el mundo avanzan los conceptos de ciudades verdes, ecociudades, biodiverciudades, pero estos deben estar acompañados de planificación, investigación, buena voluntad y ciudadanos dispuestos a cambiar muchos hábitos que los conviertan en sostenibles.
Panamá, uno de los países latinoamericanos más frágiles a los embates del cambio climático, con más ocurrencia de veranos intensos y sequías, tormentas fuertes y aumento en el nivel mar, lo tiene todo para hacer de su entorno natural un agente vinculante prioritario en la regeneración; sin embargo, aún falta mucho para que esto suceda y urge mayor acción.
El Centro para la Integración de la Naturaleza y las Ciudades – CINC, trabaja en la promoción de las mejores prácticas para la gestión integral del territorio, aportando desde la academia para que Panamá avance en la integración de las urbes con su entorno natural. Precisamente, LA Network dialogó vía Twitter con la arquitecta Raisa Banfield, directora de Desarrollo Sostenible del CINC, para hablar sobre su trabajo, pilares de acción y objetivos.
Comencemos por describir ¿qué es el CINC? ¿cómo nació y a qué se dedica?
CINC es el Centro para la Integración de la Naturaleza y las Ciudades; nace de un grupo multidisciplinario de profesionales que trabajamos temas de ciudades, particularmente desde la municipalidad de Panamá, con el interés de apoyar la gestión integrada del territorio en el país.
Hablemos por favor de sus líneas de acción: Participación Ciudadana; Sostenibilidad y resiliencia; Soluciones basadas en la naturaleza; y Gobernanza y Gestión Pública.
Entendemos que la gestión territorial es más que solo ordenamiento y zonificación. La participación ciudadana es pilar indispensable en la comprensión e integración de ciudades; siendo uno de los aspectos controversiales, es ésta la que garantiza la continuidad de los procesos. La naturaleza y sus ecosistemas no son accesorios decorativos de las ciudades, son parte integral en la toma de decisiones y sobre éstas se sustenta el bienestar del quehacer urbano. De allí que la sostenibilidad y resilencia la expresemos en soluciones basadas en naturaleza. Una vez acordados los elementos de un plan o visión de ciudad, todo quedaría como una bonita lista de deseos si no tiene gobernanza y gestión. Apostamos a fortalecer la institucionalidad desde las células organizadas de la sociedad hasta las instituaciones de gobierno relacionadas. Por eso creemos y trabajamos en capacitación, porque debemos dejar de ver la ciudad como una responsabilidad exclusiva de quien elegimos electoralmente, cuanto un proceso permanente en donde somos co-responsables todos.
¿Cómo podría describir el panorama panameño en relación con la integración de la naturaleza y la ciudad?
Los panameños somos privilegiados porque vivimos en medio de uno de los epicentros de biodiversidad más importantes del planeta, pero considero que no somos lo suficientemente conscientes cuanto que en general, nuestros proyectos públicos o privados de distinta índole, no lo consideran. Puede ser que eso vaya cambiando poco a poco, pero falta mucho.
¿En Panamá se trabajan conceptos como Ciudades Verdes o Eco ciudades?
En general se empieza a teorizar sobre el concepto y algunas urbanizaciones se venden como “eco” pero aún distan de preservar biodiversidad o infraestructura verde azul; en general son como una maqueta bonita pero que no corresponde a los requerimientos climáticos y ambientales locales.

Panamá, Río Chagres
Por otra parte y en términos de gestión integrada del territorio, ¿Cuál es la actualidad a la que se enfrentan en Panamá?
Panamá es de los países más vulnerables -según estudios- a las consecuencias del cambio climático; nuestros bosques, manglares, ecosistemas naturales son los mejores aliados. En cambio, son las primeras víctimas de un desarrollo incoherente con el entorno, intensificando la vulnerabilidad.
Y en ese orden de ideas, entonces, ¿Cómo trabajan ustedes bajo conceptos como reconexión con la ciudad, planificación, eficiencia de recursos y restauración del patrimonio?
Nuestra propuesta es articular con la investigación, el conocimiento, los ciudadanos, instituciones; de manera que entendiendo el territorio integramos las acciones enfocadas en resiliencia y sostenibilidad. Pero todo pasa por la capacitación como primera instancia. En la actualidad tenemos un acuerdo de colaboración con @CiudaddelSaber y la Escuela de Arquitectos y Diseño para LatAm y el Caribe @EscuelaIsthmus, como modo de fortalecer ese espacio de capacitación a todos los actores y gestores de ciudad. No podemos soñar con lo que no conocemos.
Arquitecta, ¿Cuáles son hoy los principales retos urbanos de Ciudad de Panamá? ¿Cómo los están abordando?
Retos urbanos en Panamá: crecimiento desordenado, manejo de desechos, inundaciones, construcción en áreas vulnerables, pérdidas de biodiversidad y áreas verdes, inequidad urbana. La débil institucionalidad es una limitante para abordarlos integralmente. Reconocerlo es vital.
Finalmente, ¿Cuáles son los mayores beneficios de una ciudad que se sabe integrar con su entorno natural?
Una ciudad integrada con su naturaleza (sea desértica o tropical) es resiliente, adaptada climáticamente, maneja mejor sus recursos, brinda mayor bienestar y calidad de vida a sus habitantes. Cuando imponemos el contrasentido natural, vamos en contra de la propia subsistencia humana.