
Por Douglas dos Santos Silva (Oxford Urbanists). Traducción: Andrés Melendro Blanco
Durante la última década, la agricultura urbana y periurbana ha sido designada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como una estrategia fundamental para proporcionar medios de subsistencia que sean resistentes a la crisis económica, a la inflación de la canasta familiar y que puedan contribuir al desarrollo social y ecológico de las ciudades, planteando cuestiones importantes como la preservación del medio ambiente y la seguridad alimentaria. En Brasil, la práctica fue clasificada como una de las Pautas del Paisaje para las ciudades brasileñas del siglo XXI, en la XIII Reunión Nacional para la Enseñanza de la Arquitectura del Paisaje en las Escuelas de Arquitectura y Planificación Urbana en Brasil (ENEPEA), que ocurrió en Salvador de Bahía, en 2016.
El Programa de Huertas Cariocas (PHC)
Siguiendo esta tendencia, desde 2006, la Alcaldía de Río de Janeiro ha estado desarrollando el Programa Huertas Cariocas (PHC), con el objetivo de fomentar la agricultura urbana y promover los diversos servicios sociales y ambientales inherentes a la práctica. Creado en la Secretaría Municipal de Medio Ambiente (SMAC), por la Administración de Agroecología y Producción Orgánica (GAP), el programa tiene como objetivo fomentar la práctica agrícola, en general en áreas desfavorecidas, proporcionando oportunidades de trabajo, reducción de las tasas de ocupación irregular de tierras vacantes, inclusión social, la oferta de alimentos buena calidad y una atención especial a los grupos sociales en situación de inseguridad alimentaria (O’Reilly, 2014).
Según Júlio César Barros, ingeniero agrónomo fundador del proyecto, actualmente la iniciativa abarca alrededor de 40 huertos distribuidos por toda la ciudad. El PHC está parcialmente ubicado en áreas socialmente vulnerables y parcialmente ubicado en escuelas públicas municipales. En una entrevista para GMF (Green My Favela), Júlio destaca que uno de los principales objetivos de la iniciativa es popularizar el consumo de alimentos orgánicos por parte de la población de bajos ingresos, dados todos los beneficios de salud pública que esto conlleva.

Project Guidelines
La iniciativa, que se ha mantenido a través de diferentes administraciones municipales, ayuda, predominantemente, a institucionalizar prácticas sociales. Para obtener ayuda del ayuntamiento, es necesario que los ciudadanos de un área determinada, en la que se pueda implementar el jardín urbano y comunitario, demuestren interés en cultivar alimentos o que tengan una unidad de producción ya iniciada. La idea es que el protagonista sea el ciudadano y la creación de los huertos seguiría una estructura «de abajo hacia arriba», por iniciativa de la comunidad y con apoyos técnicos y financieros posteriores de la administración municipal.
El equipo que desarrolla las tareas en los jardines está compuesto principalmente por miembros de la comunidad o por estudiantes y personal, en el caso de los jardines ubicados en la red de escuelas públicas. El tamaño del equipo varía según el tamaño de la unidad y es necesario que cada grupo tenga una persona a cargo con conocimientos previos en horticultura (Silva, 2019).
La iniciativa de APS tiene como objetivo que los jardines asociados con el proyecto ganen autonomía con el tiempo y, por lo tanto, puedan ser autosostenibles. Al desligarse del apoyo brindado por la alcaldía, las huertas emancipados dan espacio para que otras iniciativas puedan ser asistidas por el proyecto.
Para Júlio, una particularidad del programa es la existencia de ayuda financiera para los trabajadores de la huerta. El trabajo desarrollado en las unidades de producción es estimulado por la alcaldía con compensaciones según la función desempeñada por el trabajador. Según él, en una declaración para GMF en 2015, «las acciones de voluntariado en las comunidades más pobres tienden a estar limitadas en el tiempo, porque las personas necesitan satisfacer las necesidades básicas».
Además de la ayuda financiera brindada por la alcaldía, los trabajadores también reciben parte los recursos generados por la comercialización de los alimentos producidos en las huertas. El proyecto establece que la mitad de la producción debe ser donada a guarderías, ancianatos, refugios o familias necesitadas. Las unidades de producción son libres de comercializar la otra mitad. Sin embargo, el proyecto incentiva a la reinversión de parte de las ganancias y a que los productos orgánicos se vendan a precios asequibles. En el caso de las huertas dentro de las escuelas públicas, no hay comercialización de productos. Toda la comida se utiliza en las comidas escolares o se dona a estudiantes, personal y maestros de la institución.
La huerta Manguinhos
Diseñado en 2013, en una comunidad en la Zona Norte de la ciudad, se encuentra la Huerta Manguinhos, una de las unidades más emblemáticas del proyecto Según O’Reily (2014, p.49), el espacio era conocido por ser el epicentro del consumo de crack en Río de Janeiro, además de la insalubridad y la violencia. Sin embargo, hoy alberga el huerto urbano más grande de América Latina, con más de 300 camas de vegetales. Produce vegetales orgánicos y reconecta a las personas con la producción y el consumo de alimentos.

Retos
Dentro de un escenario urbano de desigualdad extrema, legitimado por los poderes públicos durante siglos, como lo revela la historia de la evolución urbana de Río de Janeiro (Abreu, 2013), el Programa Huertas Cariocas contribuye de un forma práctica a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Río históricamente sin la ayuda del gobierno. Sin embargo, aún queda mucho por hacer con respecto a la estructuración de estos espacios para expandir los servicios socio-ecológicos que la agricultura urbana puede ofrecer (Silva, 2019). Es importante resaltar la necesidad de la construcción multidisciplinaria y colectiva de estos espacios, de manera que la arquitectura y el urbanismo puedan cumplir una serie de otras funciones, ya sean educativas, ambientales, de recuperación cultural o de promover sociabilidades positivas en la ciudad (Santandreu y Lovo, 2007). La ausencia de un diseño de paisaje multifuncional y fluido, por ejemplo, como parte del apoyo institucional brindado por el ayuntamiento, termina reflejando una rigidez espacial y programática que restringe los servicios que las Huertas Cariocas ofrecen a la ciudad.
Para leer más sobre el proyecto, sígalo en facebook (https://www.facebook.com/HORTAS-CARIOCAS-146283172142134/)
Douglas dos Santos Silva es Arquitecto y urbanista con maestría en paisajismo de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Actualmente está vinculado al grupo de investigación PAISA (Paisagem, Investigação e Sistemas Ambientais) del Programa de Postgrado en Urbanismo (PROURB) de la misma universidad.
Referencias:
Abreu, Maurício. Evolução urbana do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Instituto Pereira Passos, 2013
Barros, Júlio Cesar. Hortas Cariocas, Rio de Janeiro. Entrevista concedida a GlobalCAD/Green My Favela. GMF, 2015. Disponível em: www.greenmyfavela.org. Acesso em: 19/09/2019.
O’REILLY, Érika de Mattos. Agricultura Urbana – Um Estudo De Caso Do Projeto Hortas Cariocas Em Manguinhos, Rio De Janeiro. Projeto de graduação do Curso de Engenharia Ambiental, Escola Politécnica/UFRJ, 2014.
Organização das Nações Unidas para Alimentação e Agricultura – FAO. Horticultura Urbana e Periurbana, Cidades mais verdes, 2015. Disponível em: www.fao.org/ag/agp/greenercities/pt/hup/meios_de_subsistencia.html.
Programa Hortas Cariocas. Prefeitura do Rio de Janeiro, 2019. Secretaria Municipal de Meio Ambiente – SMAC. Disponível em: www.rio.rj.gov.br/web/smac/hortas-cariocas. Acesso em: 19/09/2019.
SANTANDREU, Alain & LOVO, Ivana Cristina. Panorama da agricultura urbana e periurbana no brasil e diretrizes políticas para sua promoção. Belo Horizonte: IPES/Rede RUAF/MDS, 2007
SILVA, Douglas dos Santos. Alimento, cidade e desenho: a poética do projeto paisagístico na agricultura urbana. Dissertação de mestrado em Arquitetura Paisagística, FAU-UFRJ, 2019