Carriles para bicicletas tienen un impacto económico positivo, revela estudio en ciudades de EE. UU.

Carriles para bicicletas tienen un impacto económico positivo, revela estudio en ciudades de EE. UU.

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LA Network
26 abril, 2020 - Movilidad

La pandemia por COVID-19 confirma que la movilidad activa, especialmente la bicicleta, será fundamental para la recuperación económica y social de las ciudades. ‘Llegó la hora’, dicen expertos latinoamericanos.

Carriles para bicicletas tienen un impacto económico positivo, revela estudio en ciudades de EE. UU.
De acuerdo con los expertos, la caminata y la bicicleta generan espacios más calmados para que las personas consuman la oferta comercial.

Los reclamos de los comerciantes instalados sobre corredores donde se construirá infraestructura para peatones y bicicletas, usando espacios tradicionalmente dedicados a los vehículos, son una escena común en las ciudades que apuestan por la movilidad activa (caminata y bici). Se quejan diciendo que perderán clientes y por lo tanto ventas e ingresos millonarios; apelando a su derecho al trabajo, incluso han logrado detener proyectos.

Por su parte, activistas, planificadores, tomadores de decisiones, afines a la bicicleta, los defienden argumentando beneficios para la movilidad, la salud y el medio ambiente y, con ello, armando un paquete de razones que muchas veces caen bajo el peso de lo económico.

Sin embargo, el reciente estudio ‘Comprender los impactos económicos y comerciales de calles mejoradas para la movilidad de bicicletas y peatones’, de la Universidad Estatal de Portland (EE. UU.), estableció que al contrario de lo que se piensa -y además por distintas metodologías-, el mejoramiento de las calles para caminantes y ciclistas, generan más ingresos y en el peor de los casos, no afecta las dinámicas comerciales.

“Si bien hubo algunos resultados mixtos, los investigadores generalmente encontraron que las mejoras de la calle tienen impactos positivos en el corredor económico y el desempeño del negocio, o impactos negativos no significativos”, indicó el resumen del estudio que, además, tiene el valor agregado haberse realizado en seis ciudades estadounidenses, permitiendo comparar distintos contextos: Portland, Seattle, San Francisco, Memphis, Minneapolis e Indianápolis.

«Creo que es muy significativo que hayamos encontrado que los resultados comerciales positivos para los servicios de alimentos y las industrias minoristas en estos corredores son persistentes, incluso cuando analizamos diferentes métricas de datos sobre empleo, ventas o cuando se utilizan diferentes métodos analíticos», añadió Jenny Liu, profesora asociada en la Toulan School of Urban Studies & Planning.

Movilidad en tiempos de coronavirus:  la bici es la solución

Y los resultados del estudio empiezan a socializarse justo cuando las ciudades del mundo se enfrentan al reto de la movilidad durante esta pandemia por COVID-19, en la que los sistemas de transporte público deberán operar entre un 35 % y máximo un 50 % de su capacidad por evitar ser foco multiplicador de contagio de la enfermedad.

LA Network consultó a cuatro expertos latinoamericanos para conocer sus reflexiones en torno a la medida que algunas ciudades del mundo están tomando de ceder carriles vehiculares, para ciclovías temporales y fomentar así desplazamientos seguros en términos sanitarios para sus ciudadanos, al momento de la reactivación paulatina de su cotidianidad.

Hace poco el Foro Económico Mundial destacó a Ciudad de México y Bogotá; además de Berlín y Vancouver, por su decisión de promover ciclovías temporales que, además de permitir guardar la distancia segura entre personas, facilitan los desplazamientos.

Carriles para bicicletas tienen un impacto económico positivo, revela estudio en ciudades de EE. UU.
La pandemia por COVID-19 confirma que la movilidad activa, especialmente la bicicleta, será fundamental para la recuperación económica y social de las ciudades. ‘Llegó la hora’, dicen expertos latinoamericanos.

Para la argentina Mariel Figueroa, ingeniera especializada en movilidad con amplia experiencia como activista y además protagonista del impulso de sistemas públicos de bicis en Rosario y Buenos Aires; las ciclovías temporales facilitan la ampliación rápida de infraestructura segura para la movilidad.

“En este período próximo, cuando ya no tengamos cuarentena, pero vivamos en pandemia, necesitaremos calles libres de siniestros viales. No podemos permitirnos destinar recursos ya escasos como personal médico, camas en hospitales, agentes de tránsito y policía, entre otros, para atender las consecuencias de la violencia vial que son, además, totalmente evitables”, advirtió la experta quien agregó que no se puede olvidar que en este momento se requieren ciudadanos saludables, especialmente en aspectos respiratorios y la bici impacta en los dos sentidos: aportando mejores condiciones de salud y evitando aumentar la contaminación y sus impactos en la salud pública.

Justo en ese mismo sentido se expresó la mexicana Kenia Aguirre, consultora de movilidad de BikeNCity. Señaló que las ciclovías temporales son una herramienta que ataca problemas de salud como la obesidad y retos como la contaminación y las congestiones. “La bicicleta tiene que ser el modo al que los gobiernos de las ciudades le apuesten hoy, es decir ya. No tenemos más tiempo, es momento de ubicar a la bicicleta como principal medio de transporte”.

La experta reveló además a LA Network que, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), BikeNCity prepara la publicación de una guía de ciclovías temporales que les permita a las ciudades latinoamericanas y del mundo, implementar esta estrategia. “La bicicleta ha sido la respuesta a crisis económicas, por petróleo, por la salud. Hoy de nuevo responde a esta crisis sanitaria por COVID-19 pero los gobiernos locales no lo han querido ver de esta manera”.

Carlos Cadena Gaitán, experto colombiano en movilidad sostenible, director del IV Foro Mundial de la Bicicleta (2015), activista y hoy secretario de Movilidad de Medellín, fue enfático.

“No solamente hemos dicho que la bicicleta es el futuro, sino que lo decimos desde hace mucho tiempo, la movilidad en las ciudades del futuro debe ser más humana, más descarbonizada”, indicó y reiteró que su ciudad implementará ciclovías temporales y además todos los carriles derechos de sus vías arterias, serán prioritarios para los ciclistas.

Sobre las ciudades de Estados Unidos, la experta colombiana Lina López, en el momento gerente de Movilidad Humana de Medellín (y quien trabajó durante la consolidación del sistema público de bicicletas de esta área metropolitana), recordó que las urbes de esta nación han inducido el uso del vehículo a través de su historia reciente y por ello tiene varias ciudades con los mayores números de vehículos per cápita, indicó.

Sin embargo, señaló, gracias al discurso por la movilidad sostenible de los últimos años, ciudades como Nueva York y Portland tienen una reflexión diferente. “Ellas han querido detener la tendencia orientada a los vehículos y cambiar los hábitos alrededor de la movilidad”.

Puntualmente sobre la relación entre el estudio de la Universidad Estatal de Portland y las decisiones de las ciudades de implementar ciclovías temporales, la experta expresó que hacia allá es a donde se debe ir: la caminata y la bicicleta generan espacios más calmados para que las personas consuman la oferta comercial. “Hay que desmitificar que peatones y ciclistas no compran. También desmitificar la frase de ‘no parking, no bussiness’, que usan las personas y organizaciones pro-carro”.

Así que de nuevo el balance de argumentos positivos para promover la movilidad activa como el modelo para que las ciudades se recuperen luego de la pandemia y no se regrese a lo anterior; supera a los modelos carrocentristas y, de hecho, ya países como España, tan golpeados por el COVID-19, apuntan a decisiones tendientes a ubicar a la bici como modo de transporte principal tras estos tiempos de coronavirus.

“Me parece una idea buenísima y una gran oportunidad en el marco de una movilidad distinta”, dijo la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, al diario El País.